Primero, abriendo las fisuras y fracturas, para rellenarlas; luego empastando para hacerlas casi invisibles, empastando suave y parejo.
Finalmente pintando en dos a tres manos, para que el muro reviva con luz y color. Lo fundamental, no es reparar sino restaurar; esto es, devolver al muro su fortaleza original, sin que se note que ha habido reparación.
Antes Después



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